¿Por qué tus carreteras se deterioran tan rápido? La respuesta podría estar en el tipo de asfalto que usas
En Perú, solo el 33 % de la red vial nacional se encontraba en buen estado en 2021. El resto presentaba fisuras, baches y deformaciones pocos años después de su construcción. Esta situación no solo representa un grave problema de seguridad —en 2023 se registraron más de 1,000 accidentes de tránsito vinculados al mal estado de las vías y a la señalización defectuosa—, sino también una carga económica constante en mantenimiento. Pero, ¿si el problema no fuera únicamente la ejecución de la obra, sino el tipo de asfalto que se utiliza?
Asfalto convencional vs. asfaltos modificados: una diferencia clave
La mayoría de las carreteras peruanas se construyen con asfalto convencional, un material con buena capacidad de adherencia, pero con limitada resistencia frente a condiciones climáticas extremas o tráfico pesado. En contraste, los asfaltos modificados incorporan polímeros que mejoran su elasticidad, durabilidad y comportamiento ante los cambios de temperatura.
El asfalto de siempre: bajo costo, pero con limitaciones
El asfalto convencional, elaborado con cemento asfáltico derivado del petróleo, ha sido el material por excelencia en la pavimentación de calles y autopistas durante décadas. Su principal ventaja es el bajo costo inicial. Sin embargo, este beneficio económico viene acompañado de una menor resistencia al paso del tiempo, al tránsito pesado y a las variaciones térmicas extremas.
De acuerdo con un estudio del Repositorio Institucional de la Universidad Señor de Sipán (USS), el contenido óptimo de asfalto en mezclas convencionales se sitúa alrededor del 5 % para tránsito liviano, y asciende a 5.3 % en zonas de alto tráfico. Aun así, su vulnerabilidad frente a deformaciones y agrietamientos obliga a realizar intervenciones frecuentes, lo que encarece el mantenimiento a largo plazo.
La evolución del pavimento: asfalto modificado
Frente a estas limitaciones surge una alternativa más robusta: el asfalto modificado. Este tipo de mezcla incluye polímeros elastoméricos o GCR (Goma de Cubierta de Riel), lo que se traduce en una mayor flexibilidad y resistencia estructural. Su capacidad para soportar mejor el calor, el frío y la presión constante del tránsito pesado lo convierte en la opción ideal para climas extremos y vías de alta exigencia.
Eso sí, esta tecnología tiene un costo. Según un estudio de la Universidad Santo Tomás, el asfalto modificado con GCR puede ser hasta un 42 % más caro que el convencional cuando se aplica mediante el método de vía seca. Sin embargo, su vida útil significativamente mayor y la reducción en mantenimiento compensan esa inversión inicial en muchos casos.
Pavimentos inteligentes para el futuro del Perú
La elección del tipo de asfalto no es un detalle menor. Apostar por tecnología en asfaltos, como los modificados, no solo mejora la calidad y durabilidad de la infraestructura vial, sino que también protege la inversión pública y privada a largo plazo. La clave para contar con carreteras duraderas está en los materiales con qué se construyen.
Tecnología en asfaltos: soluciones para carreteras duraderas
En regiones como la Sierra y la Selva peruana, donde las condiciones climáticas son particularmente exigentes, optar por mezclas asfálticas con polímeros representa una decisión estratégica. En COPEP Perú ofrecemos emulsiones especializadas y tecnologías de última generación que permiten adaptar los pavimentos a las condiciones específicas de cada entorno geográfico.
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Fuentes consultadas: